Transmuta tu energía con la Amatista, la Piedra de Febrero

La Amatista es la piedra de febrero y es extraordinariamente poderosa y protectora, con una elevada vibración espiritual.

 

Es una variedad macrocristalina del cuarzo, su color es violeta, característico en ella y puede ser más o menos intenso.

 

Protege de los ataques negativos transformando la energía en amor. Siendo un tranquilizante natural, el Cuarzo Amatista bloquea las tensiones, su serenidad potencia los estados elevados de conciencia.

 

Tiene grandes poderes curativos y limpiadores, potenciando la conciencia espiritual.

La Amatista es extremadamente benéfica para la mente, relajándola o estimulándola, según resulte adecuado. Útil en la meditación ya que aleja tus pensamientos de los mundano.

 

Mentalmente, te ayuda a que te sientas menos disperso, más enfocado y en control de tus facultades.

 

Una de las Propiedades de la Piedra Amatista es que potencia la asimilación de nuevas ideas y conecta la causa con el efecto. Esta piedra facilita el proceso de las tomas de decisiones.

Principalmente, amplifica la memoria y mejora la motivación, haciéndote más capaz de trazarte objetivos realistas. Puede ayudarte a recordar y comprender los sueños.

Disipa la ira, la furia, el miedo y la ansiedad, aliviando la tristeza, es una de las piedras más espirituales, pues promueve el amor a lo divino, potenciando el desinterés y la sabiduría espiritual.

Leyenda de la Amatista

La leyenda de la Amatista se remonta a la antigua Grecia, donde se creía que esta piedra preciosa tenía poderes mágicos y protectores. Según la historia, el dios Dionisio, conocido como el dios del vino y las festividades, estaba enfadado con los mortales y planeaba vengarse de ellos.

 

En su ira, Dionisio convocó a dos tigres feroces para que atacasen a los primeros humanos que encontrasen. Sin embargo, en ese momento apareció una joven llamada Amethystos, quien era una devota seguidora de Artemisa, la diosa de la caza y la castidad.

 

Amethystos, al enterarse del peligro que acechaba a su pueblo, corrió hacia un santuario dedicado a Artemisa en busca de ayuda y protección. Allí, imploró a la diosa que salvara a su gente de la terrible amenaza de los tigres.

 

Artemisa, conmovida por la devoción y pureza de Amethystos, decidió intervenir. Transformó a la joven en una estatua de cuarzo blanco para protegerla de los tigres. Sin embargo, antes de realizar la transformación completa, Dionisio llegó al santuario.

 

Cuando Dionisio vio la estatua de Amethystos, se sintió impresionado por su belleza y pureza. En un gesto de arrepentimiento y admiración, Dionisio derramó una copa de vino sobre la estatua, tiñendo el cuarzo blanco con un hermoso tono púrpura.

 

Este acto de Dionisio cambió la estatua de cuarzo en una amatista, una variedad de cuarzo conocida por su distintivo color violeta. Desde ese momento, se creía que la amatista tenía propiedades protectoras contra los efectos nocivos del alcohol y promovía la sobriedad y la claridad mental.

 

La leyenda de la amatista simboliza la transformación y el perdón. Representa la capacidad de cambiar la ira y la negatividad en algo hermoso y beneficioso. Además, se considera que la amatista tiene cualidades espirituales y curativas, y se utiliza para equilibrar y fortalecer la mente, el cuerpo y el espíritu.

 

A lo largo de la historia, la amatista ha sido apreciada como una piedra preciosa valiosa y se ha utilizado en joyería, objetos decorativos y prácticas espirituales. Su leyenda ha contribuido a su fama y la ha convertido en una piedra cargada de simbolismo y significado.

Nuestra joyería con Amatista

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